Por último —añade Cardan—, nos gustaría que nuestros tres amigos de la Corte de las Sombras dieran un paso al frente.
Fantasma, Bomba y Cucaracha avanzan sobre la alfombra de flores blancas. Van envueltos en capas que los cubren de pies a cabeza, e incluso se han tapado el rostro con una fina redecilla negra.
Cardan hace un gesto y se acercan varios pajes, con unos cojines. Encima de cada uno hay una máscara de plata, sin distinción de género, solo un rostro metálico que esboza una sonrisa pícara.