Habitación sin vistas

De la historia del palestino que acude a la comisaría para poner una denuncia por explotación laboral, mi interlocutor solo pone el acento en la oportunidad que eso le brindaba para espiar a los policías, pero, en cambio, no quiere considerar esa explotación laboral como parte también de la historia –¿o es que acaso no creía que ese abuso se hubiera producido?–. Aquí es donde empieza a funcionar la literatura: imaginar la historia de ese hombre palestino de Gaza que se levanta temprano cada mañana, espera haciendo largas colas para entrar por el paso fronterizo y trabajar en Israel. Es sometido a meticulosos controles de seguridad. Se le detiene para interrogarle si se encuentra en un lugar público y despierta sospechas. Trabaja en la construcción de casas donde vivirán israelíes.

Unas horas más tarde apuntas a lápiz en tu cuaderno un pensamiento que te espanta: ¿y si la Biblia, que ahora lees cada mañana, es parte del problema? ¿Por qué Dios necesita tal carnicería para mostrar su rostro? ¿Acaso no tiene otra manera de revelarse ante nosotros

Unas horas más tarde apuntas a lápiz en tu cuaderno un pensamiento que te espanta: ¿y si la Biblia, que ahora lees cada mañana, es parte del problema? ¿Por qué Dios necesita tal carnicería para mostrar su rostro? ¿Acaso no tiene otra manera de revelarse ante nosotros

Una noche, cerca de las once, informaron de que habían sido lanzados desde Irán cientos de misiles, que volaban por el oscuro cielo de Oriente Medio y caerían en Israel unas horas más tarde

. Aumentan los testimonios de gente que prepara comida a base de pienso para animales. Cuando se agrava la situación, la comida para animales se convierte en panes de pita para consumo humano

Los atentados de París me recuerdan lo que ocurrió el 7 de octubre (sobre todo, la matanza que se produjo en la sala Bataclan me recuerda la del festival Nova)

el número de palestinos muertos se acerca a los treinta mil.

el líder de Hamás, ha sido capturado

Leo en la web de Al Jazeera que el número de muertos en Gaza supera los veinte mil, por tanto, se trata del uno por ciento de la población

En dos ocasiones, a lo largo del siglo XX, los judíos han intentado vivir como los demás pueblos. Una vez, cuando intentaron integrarse en Europa, y otra vez aquí, cuando establecieron su propio Estado. El primer intento acabó en el Holocausto. ¿Acaso el otro también está condenado al fracaso?