El deseo que compartían no era solo por aquel barco.
“No dejarse distraer nunca por una mujer” era la regla de oro del magnate hotelero Luke Marlow, especialmente si la mujer en cuestión acababa de heredar la mitad de un crucero de lujo que él esperaba haber heredado por completo. Pero la elegante belleza de la doctora Della Walsh despertó el deseo de Luke a pesar de su suspicacia. Aun así, estaba empeñado en hacerse con el crucero a toda costa.
Para Della, aquel barco había sido siempre un santuario. Solo tenía tres semanas para hacer cambiar de planes a Luke y salvar el crucero. Pero las cosas cambiaron cuando la pasión surgió entre ellos…