Los inadaptados de Tim Burton

el laboratorio de Frankenstein es para el director una mera excusa para crear un «monstruo» que desenmascare la verdadera monstruosidad de una sociedad alienante, fisgona y entrometida

alguien a quien se percibe como una cosa rara. De alguna manera, eso da cierta libertad, porque te permite vivir en tu propio mundo. Pero en cierto sentido, es una prisión

Yo era raro en aquella época. Tenía problemas psicológicos. No sabía quién era

cine burtoniano la figura del mentor, un personaje (muchas veces de cariz paternal) que acompaña en su melancolía al outsider.

Y mi alma, de esa sombra, que allí flota fantasmal, no se alzará nunca más

«Si te cogen te matarán», le avisa un compañero de celda. «Si te quedas, ya estás muerto», contesta él.

Ser fiel a uno mismo no garantiza lo más mínimo en un mundo tan inestable y cruel como es el cine

siempre la novia, nunca la esposa

Con frecuencia se daba excelentes consejos que casi nunca seguía, y a veces llegaba a reprenderse con tal severidad que se arrancaba lágrimas de los ojos; hasta se acordaba de que una vez se quiso tirar de las orejas por haberse engañado en una partida de croquet que había estado jugando ella sola

Mi padre anecdóticamente se salió con la suya. Un hombre cuenta sus historias tantas veces que al final él es esas historias. Ellas le sobreviven. Y, por lo tanto, le inmortalizan