Di la verdad. No mientas ni tergiverses la verdad.
No exageres.
Sé consistente. Es decir: no hables a una persona de una manera y a otra de forma totalmente distinta por motivos egoístas ni para manipular.
Usa un lenguaje pacífico. No utilices palabras ofensivas ni violentas, un habla cruel, insultos ni condenas.