5 verdades científicas de los hábitos excelentes
Verdad número 1: La fuerza de voluntad de máximo nivel no es una capacidad innata, sino que se desarrolla a través de la práctica constante. El hecho de levantarse al alba es una forma perfecta de autocontrol.
Verdad número 2: La disciplina personal es un músculo. Cuanto más se ejercita más se fortalece. En consecuencia, los samuráis de la autorregulación crean de forma activa condiciones adversas que permitan fortalecer su poder natural.
Verdad número 3: Como otros músculos, la fuerza de voluntad se debilita al fatigarse. Su recuperación es, pues, absolutamente necesaria para la expresión del virtuosismo. Y para controlar la fatiga en las decisiones.
Verdad número 4: La implementación satisfactoria de cualquier hábito de gran nivel sigue un patrón de cuatro partes que permite automatizar la rutina. Para que los resultados perduren, este patrón debe seguirse de forma explícita.
Verdad número 5: El incremento del autocontrol en un área aumenta el autocontrol en las restantes. Por eso, entrar en el Club de las 5 de la mañana es el hábito que cambiará las reglas del juego y que elevará cualquier otra cosa que hagas.
3 valores para crear hábitos extraordinarios
Valor número 1: La victoria requiere consistencia y persistencia.
Valor número 2: Continuar aquello que se ha iniciado determina la magnitud del respeto personal que se genera.
Valor número 3: La forma en la que se practica en privado determina con precisión el modo en el que se actúa en público.
1 teoría de los espartanos para la autodisciplina
Los guerreros nacen para hacer regularmente aquello que es difícil pero importante cuando resulta más incómodo.
El millonario cerró los ojos y repitió esta frase:
—No deseo una existencia fácil porque en ella no puedo desarrollar todas mis capacidades. Dadme una vida plena de retos, que saque a relucir lo mejor de mí mismo. Que me proporcione una voluntad de hierro y una personalidad inconquistable.