Un par de ojos azules
La estructura de la novela viene marcada por su protagonista femenina, Elfride Swancourt, encarnación literaria de la mujer de Thomas Hardy, cuya vitalidad y emotividad ejercen una fuerte fascinación e influencia en los hombres. Primero en el joven e inexperto Stephen Smith, alter ego del propio autor, más tarde en el complejo y más maduro Henry Knight, cuya obsesiva insistencia en la virtud y la perfección y su intolerancia ante las debilidades humanas le conducen a la infelicidad.
El padre de Elfride, el rector, representa los caducos y pertinaces valores sociales: el clasismo, el conservadurismo, la intransigencia y la hipocresía de moverse por el olor del dinero y la clase.
Hardy analiza con una precisión psicológica admirable las diferentes personalidades que emergen de los individuos sometidos a circunstancias sentimentales diferentes y el tremendo poder destructivo del amor.
Thomas Hardy nació en Upper Bockhampton (Inglaterra) en 1840, hijo de un cantero y constructor. Fue de su madre, gustosa de las artes y la literatura, de quien el pequeño Thomas heredó la querencia por el mundo de la escritura. Desde niño mostró una gran inteligencia, estudió latín, francés e inglés, y a los quince años ya ejercía como profesor en la escuela dominical de Stinsford. A los dieciséis años ingresó como aprendiz en un taller de arquitectura y desarrolló diversos trabajos en ese campo con notable éxito, pero finalmente, y debido a la impresión que le causaron los poemas de Swinburne, se decantó por dedicarse exclusivamente a la literatura.