bookmate game
es
Elena Armas

Farsa de amor a la española

Notify me when the book’s added
To read this book, upload an EPUB or FB2 file to Bookmate. How do I upload a book?
  • Nerea Camrhas quoted2 days ago
    Y ahora, déjame ver esa sonrisa otra vez, cariño. Déjame besarla. Apreciarla. Atesórala tanto como te atesoro a ti. Déjame luchar todos los días por una nueva.

    Feliz San Valentín, Catalina. El primero de toda una vida.

    Tuyo,

    Aaron
  • Nerea Camrhas quoted2 days ago
    . Estamos juntos en esto, toda la vida
  • Nerea Camrhas quoted2 days ago
  • Nerea Camrhas quoted2 days ago
    —Todo. —Exhaló, temblando y con dolor⁠—. Yo… creía que eras mía y, tal como habías venido, te fuiste. Y, por muy convencido que estuviera de que no iba a permitir que te rindieras, lo vi en tus ojos. Ya lo habías hecho. Creías en tu decisión. —⁠Una sombra le atravesó la cara e instintivamente le besé la comisura para alejar esa oscuridad⁠—. La posibilidad de perderte empezó a coger forma en mi mente. Y yo solo… —⁠Negó con la cabeza⁠—. Dios, no es lo mismo, lo sé. Pero al fin lo entiendo. Entiendo lo duro que debió ser para él perder a mamá. Lo perdido que debió sentirse al ver que no había forma de recuperarla. Cuántas decisiones debió tomar sin pensar. Eso no justifica que me echase, pero yo también tengo parte de culpa. Estaba tan perdido en mis pensamientos que se lo permití. Y luego no hice nada para remediarlo
  • Nerea Camrhas quoted2 days ago
    —Es tuyo. El amor y todas las demás palabras de cuatro letras que pueda darte. —⁠No pude seguir conteniéndome y lo besé. Me tomé el tiempo necesario para dejarle claro que esos labios eran míos. Me regaló un sonido profundo, directo de su garganta.

    —No podrás librarte de mí, Catalina.
  • Nerea Camrhas quoted2 days ago
    —Nunca haría eso.

    —Ahora lo sé, pero me convencí de que dejarte ir era lo mejor que podía hacer para protegerme. —⁠Negué con la cabeza y alejé esos sentimientos tan horribles. Iba a contarle que habían decidido abrir una inspección con respeto a Gerald. Pero no era el momento⁠—. Perdóname por no acompañarte como tendría que haber hecho. —⁠Me miró como si no quisiera mis disculpas, pero no lo dejé hablar⁠—. En serio —⁠dije con voz temblorosa⁠—. Cuando supe que tu padre estaba enfermo y que habías tenido que venir, solo, a enfrentarte a todo esto sin nadie a tu lado para consolarte. Que llevaba semanas en estado crítico y, sin embargo, me habías acompañado a España. Que… —⁠Arrastré las palabras con la voz rota⁠—. Que estabas dispuesto a darme tanto sin pedir nada a cambio. Me destruyó. Pero aquí estoy —⁠susurré mirándolo a los ojos⁠—. Estoy aquí y no me iré a ningún lado; no porque ahora crea que podemos estar juntos, sino porque no concibo estar en otro sitio que no sea a tu lado. —⁠Tragué con dificultad, intentando contener las emociones que amenazaban con explotar⁠—. Lo sabes, ¿no? —⁠Me incliné para rozar nuestros labios. Suave, casi nada, mientras esperaba su respuesta.

    —Ahora lo sé. —Un gruñido grave salió de su garganta. Me cogió la muñeca con más fuerza. El brazo con el que me rodeaba la cintura me acercó más a su pecho⁠—. Lo sé, Lina. Y no pienso dejar que lo olvides. —⁠La mano de la muñeca subió por el brazo hasta acunarme la cara. Me apoyé en su palma, sintiendo que podría vivir solo con las caricias y los besos de Aaron⁠—. Hubiese vuelto a por ti, ¿sabes? Te dije que no dejaría que te rindieras. Todavía me debes esa palabra de cuatro letras

    🩵🩵

  • Nerea Camrhas quoted2 days ago
    Todavía me debes esa palabra de cuatro letras
  • Nerea Camrhas quoted2 days ago
    Fui una estúpida al dejarte ir. Muy muy estúpida. Pero me confundí. Tenía tanto miedo, Aaron. No quería perder todo lo que había ganado con tanto esfuerzo ni que la gente volviese a mirarme como en el pasado. Ni perderte a ti cuando te dieras cuenta de todos los problemas que te traería.

    —Nunca haría eso
  • Nerea Camrhas quoted2 days ago
    —Me vuelves loco, Lina. No sé si entiendes hasta qué punto. —⁠Llevó una mano a mi muñeca, que todavía le sostenía la cara con desesperación. Estaba lista para luchar por él. Estaba lista para suplicar si era necesario⁠—. Has venido hasta aquí. Tú… —⁠vaciló y vi un gesto de incredulidad⁠—. ¿Cómo me has encontrado?

    —Tenía que llegar a ti. —Mis dedos bajaron por su cuello y acomodé la palma en la calidez de su piel⁠—. Recordé todo lo que me contaste. Sobre Seattle, sobre que tu padre era conocido aquí. Así que busqué tu apellido en internet, luego el equipo de fútbol de la universidad y la lista de entrenadores. Hice una lista de los hospitales en los que podría estar ingresado. Supe que estarías aquí porque sé que serías incapaz de dejarlo solo si estaba tan grave como dijo Sharon. Y tenía razón. Aquí estás. Solo he tenido que intentarlo un par de veces. Pero me hubiera recorrido toda la ciudad para encontrarte. No iba a descansar hasta hacerlo. —⁠Finalmente, me permití respirar hondo. Los ojos de Aaron brillaban tanto que me dolió el pecho de una forma tibia y maravillosa⁠—. Te llamé, pero fue directo al buzón de voz, y luego… no quise molestarte. Y… —⁠Bajé la voz⁠—. Y no quería darte la oportunidad de que me dijeras que no viniera. Me aterraba que no quisieras verme. Así que no volví a llamar. Solo vine hacia ti. —⁠Lo recorrió un escalofrío.

    —Me vuelas la maldita cabeza, rompes todas las reglas, destruyes mi universo. —⁠Exhaló y esos ojos azules se clavaron en los míos como nunca⁠—. Cuando menos lo esperaba, encuentro que estás lista para dinamitarlo todo hasta llegar a mi corazón. Como si no lo tuvieras ya. —⁠Apretó la mano que tenía en mi cintura y me acercó aún más. Pude sentir como un suspiro se le escapa de la boca y aterrizaba en la mía⁠—. Como si no me hubieras desmantelado ya. Como si no estuviera a tu merced
  • Nerea Camrhas quoted2 days ago
    —Estoy aquí, estoy aquí. —Levanté la cabeza y me moví para poder cogerle la cara y contemplar ese paisaje que tanto me había esmerado en detestar y que ahora amaba con toda el alma⁠—. Y voy a cuidar de ti. —⁠Cerró los ojos y escuché cómo se le escapaba un sonido estrangulado⁠—. Te quiero, Aaron. No quiero que estés solo… Nunca más. Y quiero ser yo quien esté contigo. Aquí. Cogiéndote la mano. —⁠Seguía con los ojos cerrados y la mandíbula apretada⁠—. Permítemelo. Permíteme demostrarte que confío en ti y que puedo volver a ganarme tu confianza. Que soy yo quien tiene que estar a tu lado, ahora y todo el tiempo que me permitas estarlo.

    —¿Es eso lo que quieres?

    —Sí. —Solté—. Sí, sí. Por supuesto que es lo que quiero. —⁠Repetí⁠—. Lo necesito —⁠susurré, no confiaba en mi voz⁠—. Déjame acompañarte. Cuidarte.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)