El paralelismo entre Japón y Alemania evidencia esa confluencia del Atlántico y el Pacífico. Japón, cuarta economía del mundo, protagoniza una metamorfosis parecida a la de su gemelo en Europa, Alemania (tercera economía del mundo). Los dos países, aliados en la Segunda Guerra Mundial, refundados después en un marco mental pacifista bajo la influencia de EE.UU. (en el caso de Alemania Occidental), líderes en el desarrollo industrial y exportadores, emprenden un gran giro que implica un abrupto fortalecimiento de sus capacidades de defensa. Tokio, además, ha secundado las medidas de restricciones en las exportaciones de microchips avanzados que EE.UU. promueve contra China, ha reforzado su tratado de seguridad con Washington y trabaja en un rapprochement con Corea del Sur, vecino con el que mantuvo relaciones turbulentas durante décadas a cuenta de la historia, ahora aparcadas en nombre de los riesgos de seguridad que ambos enfrentan.