Ho'oponopono

LO SIENTO, por las memorias de dolor que comparto contigo,
TE PIDO PERDÓN por unir mi camino al tuyo para sanar,
TE DOY LAS GRACIAS porque estás aquí para mí y
TE AMO por ser quien eres.

Hay que poner fuerza de voluntad y tomar coraje para este gran cambio que es el de ver al otro como una parte de mí.

Y si todos somos uno, se hace necesario pensar… qué es lo incorrecto en mí que está produciendo esta realidad que me perturba y daña mi cotidianidad.

La clave de todo está en el cambio interior, no en la queja. El mundo exterior es reflejo de mi mundo interno, y si a mi alrededor veo caos, es porque dentro de mí hay inconsistencias.

Hay que tener en cuenta que al practicar Ho´oponopono estamos trabajando, orando y creciendo para prosperar en todos los planos existenciales.

Recuerde que atraemos la abundancia cuando somos conscientes de nuestras cualidades, cuando aceptamos nuestro poder, porque mal que nos pese, todos tenemos esta energía motora, con ella de nuestro lado, somos ilimitados.

Divinidad, limpia en mi todo aquello que contribuye a mi malestar físico.
Lo siento, perdóname, gracias, te amo.
Lo siento, perdóname, gracias, te amo.
Lo siento, perdóname, gracias, te amo.
Divinidad, limpia en mi todo aquello que contribuye a mi falta de buena salud.
Lo siento, perdóname, gracias, te amo.

Cuando decimos “lo siento” reconocemos ante la Divinidad nuestra responsabilidad por la vida que llevamos; al decirle “perdón” le estamos dando permiso para limpiar las memorias y conducirnos hacia el correcto camino.
Al pronunciar “gracias” manifestamos agradecimiento por intervenir y mostrarnos ese camino de sanación, y convertirnos en seres completamente libres. Y, finalmente, y no por último menos importante, es cuando decimos te amo. Lo más maravilloso que se puede decir. TE AMO. Porque es una manifestación sagrada que indica curación, alegría, aceptación de la energía poderosa del Universo y ser sensibles a todo lo glorioso que nos rodea.

Y este principio tan sencillo lo cambia todo.
A- Detente en este mismo instante y observa a tu alrededor.
B- Ve, escucha, siente, saborea y huele conscientemente.
C- No te pierdas entre el pasado y el futuro, porque ahora es el momento de vivir.

Cuando pronunciamos las palabras: "Lo siento, perdóname, gracias, te amo", estamos dando permiso a la divinidad para que actúe. Estamos soltando el volante y le cedemos el lugar del conductor a la divinidad