Cuentos de horror

Un hombre es como un árbol: En un bosque de sus iguales crecerá tan recto como su naturaleza individual y genérica lo permita; solo en campo abierto, cede a las tensiones y torsiones deformantes que lo rodean.

Tengo apenas una convicción de que en ocasiones los vivos son vistos donde no están, sino donde han estado, donde han vivido tanto tiempo, quizá tan intensamente, como para haber dejado su impresión en todo lo que les rodea.

Sáquese este maldito asunto de su mente.

»Por supuesto, no necesito decirle que esto es lo que llamará usted una alucinación y yo llamo una aparición.

Me interesó, pero no me perturbó.

siempre he sido, como sabe, adepto a mi propia compañía, con mucha afición a la lectura aunque poca al estudio.

pero siempre he sido, como sabe, adepto a mi propia compañía

Sé, de hecho, que el medio ambiente puede ser tan afectado por la personalidad de uno para mostrar, mucho después, una imagen de la propia persona a los ojos de otro.

Tengo apenas una convicción de que en ocasiones los vivos son vistos donde no están, sino donde han estado, donde han vivido tanto tiempo, quizá tan intensamente, como para haber dejado su impresión en todo lo que les rodea.

respondiendo a una acusación que no había sido expresada―.