100 preguntas sobre el amor

el amor del bueno no duele

Cuando nos enamoramos locamente, nuestro cerebro se inunda de dopamina, serotonina, adrenalina y oxitocina, que son los ingredientes con los que se cocina el amor y el placer.

Una retirada a tiempo es una victoria.

Me habría gustado aprender sobre el arte de amar sin tener que sufrir. Pero me tocó pasarlo mal, como a todo el mundo.

Las chicas guapas además les dan prestigio, les otorga el certificado de macho, les eleva el status y les aumenta el ego gracias a la admiración que despierta en sus amigos

Las relaciones en las que no eres correspondida y no hay reciprocidad son las más dolorosas, así que no tienes por qué conformarte con lo poco que te den ni tienes por qué quedarte esperando a ver si la otra persona se enamora de ti.

. El fracaso es estar en una relación que no funciona, que no te hace sentir bien, que no te hace feliz. Se está mejor soltera que en relaciones tóxicas que te roban la energía.

No es cierto que el amor da la felicidad: a veces te mete en infiernos horribles de dolor y sufrimiento. No es cierto que teniendo pareja nunca más te vas a sentir sola: solo estamos en este mundo y caminamos por la vida con acompañantes que van y vienen. No es cierto que el amor te salva de ti misma o soluciona tus problemas: tu vida mejora en función de las decisiones que tomas. Te va a ir mucho mejor si aprendes a gestionar tus emociones que si te quedas a esperar a que aparezca el príncipe azul.

Para acabar con el machismo y disfrutar del amor, hay que desaprender todo lo que aprendimos, desobedecer todos los mandatos de género, romper con los mitos y los estereotipos machistas, cuestionar nuestras creencias, romper nuestros esquemas, liberar nuestras emociones, activar la imaginación e inventar otras formas de ser hombres, y otras formas de querernos.

Las mujeres estamos haciendo autocrítica amorosa para liberarnos de la culpa, del miedo, de los celos, la envidia, la rabia, la frustración, la dependencia emocional… y todos los patriarcados que nos habitan, porque queremos ser mejores personas y aportar con nuestra transformación en la construcción de un mundo mejor.