La psicología ayuda en marketing a entender por qué los consumidores se comportan de la forma en que lo hacen. En particular, los conceptos psicológicos, como la motivación y la personalidad, la percepción, los estudios, los valores, las creencias, las actitudes y el estilo de vida son útiles para interpretar los procesos de compra y para dirigir los esfuerzos de marketing de las empresas.