contendremos la respiración durante unos instantes y repetiremos la operación cinco veces;
nos levantaremos y, sea cual sea el tiempo atmosférico, abriremos la ventana;
permaneceremos en posición erecta y acercaremos el pie derecho hasta que toque nuestra pantorrilla izquierda (en el caso de que la persona que lo practique sea zurda, realizará el ejercicio al revés);
levantaremos ahora los brazos por encima de la cabeza, de manera que las palmas de las manos se toquen; de esta forma habremos formado una especie de antena catalizadora que nos pondrá en contacto directo con las fuerzas de la naturaleza; al cabo de unos instantes bajaremos los brazos y empezaremos con nuestra jornada.
• Debemos tener cuidado y ser limpios, vestirnos de forma ordenada y mantener en cada situación un comportamiento educado.