Si bien es cierto que cada sujeto puede tener una «interpretación» de “su” realidad, –o de la que le conviene que sea–, también es cierto que hay verdades y acontecimientos que ponen en evidencia, una realidad incontrovertible, y a veces incómoda, vergonzante e infeliz, para aquellos mismos que alguna vez, se esmeraron en negarla, y hacerla negar, a cualquier costo.