La ira de lord Lucas Kestrel se convirtió en deseo en cuanto conoció a Rebecca Raleigh. La creía una escandalosa cortesana. Pero no tardó en descubrir que no sólo era una mujer joven inocente, sino que también era la mujer que llevaba tanto tiempo buscando.
Lucas tenía un plan. Tenía que cortejar a Rebecca, incluso seducirla, para intentar averiguar si estaba desvelando secretos de espionaje que podían poner en peligro la seguridad de Inglaterra. Pero Lucas, el vividor sin corazón, no había contado con enamorarse de la única mujer que jamás podría tener…