Es un libro con una prosa muy bien escrita, predomina la descripción sobre la narración. Retrata, desde la polifonía, el día que un escritor fue a dar una charla a un centro cultural de Israel. Es un libro que pone en evidencia el proceso creativo de un escritor, un juego de voces en el que el narrador va haciendo comentarios en torno a las posibilidades del propio relato que cuenta. Me gustó su construcción narrativa, aunque la historia del personaje principal no, retrata muy bien a cierto tipo de autores, diría yo al clásico macho que utiliza su fama de escritor para seducir a una fan y eso me cayó mal porque trata después de redimirlo, pero a mis ojos no lo logra.