Para todos nosotros el primero de septiembre es el día de los numerotes, se nos olvida que el rito tiene dos partes, el Presidente informa y un diputado le contesta. No sólo un diputado contesta, sino como en este país nadie se atreve a hablar ad libitum, el encargado de contestar escribe su respuesta antes de enterarse qué es lo que el Presidente va a informar. Qué costumbres tan raras, ¿verdad?