Mientras disfruta de una herencia que le permite una vida desahogada, Roe busca algo nuevo con lo que mantenerse ocupada. Sus días como bibliotecaria han terminado y cree que la venta de inmuebles puede ser interesante. ¿Y quién mejor para enseñarle el oficio que su madre, que resulta ser la propietaria de una de las inmobiliarias más importantes de la ciudad? Durante su periodo de prácticas, Roe acepta mostrar una vivienda a unos clientes de fuera de la ciudad. La casa tiene su encanto, pero lo que encuentran en el dormitorio principal no parece entusiasmarles: el cadáver de otra vendedora llamada Tonia. Y ella solo es la primera víctima. Pronto resultará evidente que el asesino es alguien familiarizado con la comunidad inmobiliaria de Lawrenceton y con acceso a las casas que están a la venta. Roe, a fin de cuentas, no está muy segura de que este negocio le guste después de toparse con un asesinato. Pero lo que sí le gusta es su apuesto cliente, Martin Bartell. De hecho… puede que sea amor a primera vista.