A medida que pasaban los meses, no hubo un solo día en que alternativamente no lamentara y me dilatara en mi decisión de abandonar el departamento de policía. Con este monologo inicia una vez más las andadas del investigador policial Harry Bosch pero esta vez fuera de la oficina tras dedicarle 30 años como miembro del cuerpo de policía de Los Ángeles. Sin embargo desea seguir ejerciendo y retomar aquellos casos que no pudo resolver durante años como agente. Uno de ellos es el asesinato de Angella Benton, una joven que trabajaba en unos estudios cinematográficos. Su muerte se produjo días antes del robo de dos millones de dólares que iban a utilizarse durante el rodaje de una película y Bosch cree que ambos hechos podrían estar relacionados. Si en el ámbito profesional Harry prefiere ahora actuar por su cuenta, en el terreno personal también es un solitario. El recuerdo de Eleanor, su ex mujer, sigue vivo en su memoria; tanto que Bosch decidirá visitarla en Las Vegas.