Hoy, la excepción la ejecuta un nuevo tipo de dictadura suave, oligárquica y neofeudalista que no nos domina atemorizándonos, sino poseyéndonos: obtiene todos los datos de nuestro día a día y, de esta forma, nos extractiviza y programa nuestras formas de vivir. La ejecutan soberanos sin rostro que dirigen entramados de compañías tecnológicas o armamentísticas, oligarquías aliadas de gobiernos autoritarios, déspotas o supremacistas, y con la pasiva complicidad de las democracias. Así, hemos visto parejas de baile tan irracionales como bien conjuntadas como Elon Musk y Donald Trump en Estados Unidos.