Los hombres se sienten discriminados si se cuestiona su mayoritaria presencia, y califican de privilegio la entrada de mujeres, ausentes hasta ahora, en proporción a su número y preparación, en reales academias, gabinetes de gobierno, mandos militares, consejos de dirección de grandes empresas, jefaturas eclesiásticas, cúpulas culturales, producción de contenidos audiovisuales, equipos de creación y decisión de