Nash Rayburn se quedó de piedra cuando Hayley Albright apareció en su rancho, presentándose como niñera de sus hijas. Aunque no la había visto en muchos años, recordaba cómo aquella mujer despertaba su pasión y lo sacaba de quicio… y cómo su vida hubiera podido ser diferente si no se hubiera visto obligado a abandonarla para casarse con otra mujer…
Él sabía que Hayley lo miraba como a un enemigo, pero se derretía cada vez que la tocaba. Y también sabía que haría cualquier cosa para ganar su confianza y reclamarla como suya de una vez por todas.