Amenhotep II accede al trono de Egipto con la ambición de superar las hazañas de los faraones que le han precedido. Descubre que la clave para mantener el control sobre su pueblo reside en dominar la información que éste reciba. Para ello recurrirá a Nebi, un escriba que ha de dejar constancia no de la verdad, sino de aquello que el faraón desea que se convierta en la memoria de su pueblo. Sin embargo, Amenhotep se verá desafiado por un pueblo de esclavos: los hebreos. Egipto se tambaleará ante lo que se presuponía como una amenaza insignificante, pero Nebi también descubrirá que pocas cosas son como él había creído. El escriba del faraón es una novela sobre los orígenes del pueblo de Israel y de los dominios del antiguo Egipto, pero también es una reflexión sobre el poder político, la importancia de la comunicación, la manipulación histórica o el ansia de libertad.