—Creo que tenemos una imagen distorsionada de lo que somos porque, en realidad, cambiamos un poco cada día. ¿Es posible que el corazón sea más elástico que el cerebro? Eso explicaría que nos aferremos a un par de adjetivos y vayamos con ellos a cuestas durante gran parte de nuestras vidas. Quizá aceptar que una es «caótica» o «introvertida» sea más fácil que redefinirse constantemente. ¿Recuerdas lo que te dije una vez sobre los colores? Que para mí eras morado, pero, en el fondo, todos somos arcoíris.