Rainbow Boys

Ya sé! Es cuando dos chicos están muy contentos porque se quieren.

Se sentía feliz. Le había gustado estar con Kyle. Le gustaba escuchar lo que significaba para él ser… gay.

Kyle cerró la taquilla y sonrió. Buena señal.

—Me gusta cómo te ha quedado el pelo.

Nelson hizo un mohín.

—Pensé que ya no me hablabas.

Nelson sonrió. Adoraba cada minuto de la atención que atraía su nuevo peinado. Por desgracia, la persona que más quería que lo viera tenía que hacer exámenes para listos

Sus pensamientos erráticos volvieron a las imágenes de Jason en el vestuario de gimnasia cuando apenas habían llegado al instituto: los bíceps destacando contra las mangas de su camiseta, el trasero enmarcado por los slips. Kyle abrazó la almohada y, sonriendo, se quedó dormido.

—A ver, vamos a quitarnos esto de encima. Tú sabes que soy marica, yo sé que tú eres marica. Supéralo.

¿De verdad el hombre de sus sueños había acudido al encuentro?

Jason abrió la mano y miró la chapa que el mariquita le había regalado. Decía: NADIE SABE QUE SOY GAY.

—Creo que lo más difícil es salir del armario con tus padres —dijo Blake.

Kyle asintió.

—Salir del armario quiere decir que ya no te avergüenzas de decírselo a la gente —dijo Shea—. Es una cuestión de autoestima y de sentirte bien como eres.