El autor comienza con una invitación al lector para que abandone el escepticismo y se abra a las ideas presentadas en el libro, resaltando la importancia del pensamiento crítico y lógico. Su reflexión inicial destaca la interconexión entre la vida y la muerte, cuestionando la percepción del tiempo, y proponiendo una visión más trascendental y metafísica de la existencia.