¿Es razonable siquiera poner tiempo tan dilatado en cosa de tan corta duración?». Y claro, también esa frase monumental: «deseo que la muerte me encuentre plantando mis coles». Que la muerte me encuentre plantando mis hortensias, diría yo. Extraño mi jardín, G. Alguna vez tuve un jardín. Y ahí vivieron tres gatas grises y suaves que eran la encarnación de la ternura. Pero ésa es otra historia. Para otro momento.