Lo que estaba claro era que aquello jamás sería un matrimonio de conveniencia.
Gemma no había conseguido llegar a olvidar del todo a Marcus Rossini, por mucho que todo hubiera acabado entre ellos hacía ya mucho tiempo… pero todavía los unía algo: su hijo Liam. Ahora Marcus tenía que regresar a Italia y quería llevarse consigo a Liam y a Gemma. Nada impediría que se saliera con la suya… A Gemma le habría encantado resistirse, pero eso era algo que jamás había podido hacer con Marcus Rossini…