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Charlotte Perkins Gilman

Dellas. Un Mundo Femenino

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  • abby montelongohas quoted5 years ago
    La activa felicidad de aquellas niñas y muchachas fue lo primero que me hizo comprender la estupidez de la creencia, tan común entre nosotros, de que la vida sólo es y será feliz si hay que luchar por ella. A la vista de aquella juventud, tan llena de vigor, de alegría y de impaciencia de vivir, tuve que modificar tan radicalmente mis ideas que nunca más han vuelto a ser las mismas. El sólido nivel de salud de que gozaban les inyectaba ese estímulo natural que acostumbramos a denominar «espíritu animal»... extraña combinación de términos más bien contradictorios. Se encontraban en un entorno inmediato agradable e interesante, y ante ellas se abría la perspectiva de largos años de estudio e investigación, el fascinante e inacabable proceso educativo.
  • Ada Guzmánhas quoted10 days ago
    Acostumbramos a decir cosas hermosas de las mujeres, pero en el fondo sabemos que son seres limitados... al menos la mayoría. Las honramos por su función biológica, al mismo tiempo que las deshonramos precisamente al hacer uso de ella; las respetamos por la virtud que tan celosamente les obligamos a guardar, al mismo tiempo que con nuestro comportamiento demostramos qué poco nos importa su virtud; las estimamos, sinceramente, por las pervertidas actividades maternales que convierten a nuestras esposas en las más fieles sirvientas, ligadas de por vida al sueldo con que nosotros decidamos retribuirlas, convencidos de que viven meramente, salvo durante la época de la maternidad, para satisfacer nuestras necesidades. Las estimamos, y mucho, si se mantienen «en su lugar», es decir, en el hogar, ocupadas en las serviles tareas que tan magníficamente ha sabido describir la señora Josephine Dodge Daskam Bacon, cuando meticulosamente especifica los servicios del «ama de casa». La señora J. D. D. Bacon escribe muy bien y conoce el tema del que habla desde su perspectiva. Pero es necesario aclarar que ese conjunto de tareas, por muy útiles y económicas que puedan resultar, no despiertan la clase de emoción que suscitaron en nosotros las mujeres de Dellas. Amar a esas mujeres significaba elevar la mirada hacia «arriba», muy arriba, y no bajarla. No eran mascotas domésticas. No eran criadas. No eran timoratas, inexpertas, ni débiles.
  • Ada Guzmánhas quoted11 days ago
    no tardé en descubrir que nuestra cultivada actitud mental hacia las mujeres encubre un sentimiento más antiguo, profundo y más «natural», un reverente respeto ante la superioridad del sexo Materno
  • Ada Guzmánhas quoted11 days ago
    Ahora comprendo por que un cierto tipo de hombre, como sir Almroth Wright,7por ejemplo, se opone al desarrollo profesional de las mujeres. Ésta, en efecto, socava el ideal sexual al velar y excluir temporalmente la feminidad
  • Ada Guzmánhas quoted11 days ago
    Si de veras lo considerara justo y necesario, quizá haría un esfuerzo por complacerte, lo haría por ti, querido; pero no me apetece hacerlo, ni pizca; y a ti tampoco te gustaría que me limitara a someterme a tus deseos, ¿verdad? Sin duda, ese no es el elevado amor romántico de que me has hablado.
  • Ada Guzmánhas quoted11 days ago
    Sobre eso de que no tengáis nada que ofrecernos, a pesar de que comprendemos que os duela, nos gusta que sea así —prosiguió Celis—. Nosotras os queremos tal como sois, y no nos gustaría que nos pagarais nada. ¿No os basta saber que sois queridos personalmente, y sólo como hombres?
  • Ada Guzmánhas quoted12 days ago
    Es lo que todas deseamos, naturalmente: ¡Paz, Belleza, Comodidad y el Amor con Dios! Y también el progreso, no lo olvides; crecer siempre, continuamente. Es lo que nuestra religión nos enseña es la razón de nuestro trabajo.

    —Pero tú hablas de la vida aquí —dije—, en la tierra.

    —¿Y qué? ¿No lo conseguís también en vuestro país, con vuestra maravillosa religión de amor y de dedicación, en esta vida, en la tierra?
  • Ada Guzmánhas quoted12 days ago
    —¿Es cierto que nunca castigáis? ¿Ni a las niñas ni a las delincuentes, por las leves faltas que todavía cometan? —pregunté.

    —¿Castigáis vosotros a las personas porque se han roto una pierna o porque tienen fiebre? Tenemos remedios preventivos, y curas; a veces es necesario «mandar al enfermo a la cama», pero no como castigo, sino como parte del tratamiento —explicó
  • Ada Guzmánhas quoted12 days ago
    —¿Devoción? ¿Qué es eso?

    Me costó mucho explicárselo. Resultó que aquel Amor Divino que sentían con tanta intensidad, no les exigía nada a cambio.

    —Igual que no nos lo exigen nuestras madres —me dijo.

    —Pero seguramente vuestras madres os deben exigir respeto, reverencia, obediencia. ¿Tendréis que hacer algo por ellas, no?

    —No, no —insistió ella sacudiendo su suave cabello oscuro—. Las cosas las hacemos gracias a ellas, no para ellas. Ellas no necesitan nada de nosotras. Pero tenemos que continuar viviendo —espléndidamente— a causa de ellas; y eso mismo sentimos con respecto a Dios
  • Ada Guzmánhas quoted12 days ago
    El gran Espíritu Maternal en que creían era análogo a su propio sentimiento maternal, pero ampliado hasta una dimensión sin límites humanos. Por lo tanto, se sentían apoyadas y respaldadas por un amor infalible; tal vez se tratase en realidad del efecto de todo el amor maternal acumulado por su raza. En todo caso, era una Fuerza
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