—No —respondió ella lentamente, y se sonrojó—. ¿Tú?
—No, Shannon. —Sonreí con picardía—. No tengo novio.
—No quería decir… —Hizo una pausa, suspiró y se mordió el labio inferior, claramente nerviosa—. Me refería a…
—Sé lo que querías decir —terminé por ella, incapaz de evitar que mi sonrisa se ensanchara,