Increíble libro. Sacks nos sumerge en casos clínicos que, desde su narrativa maravillosa, nos llegan a parecer ficticios.
Es el primer acercamiento que tengo a este tipo de contenido, y para no estar familiarizado, creo que comprendí bastante bien, en gran parte a la manera en que es narrado y los fines.
Si te gusta leer casos clínicos pero con un analisis sobre como logran encontrar bienestar y su lugar en este mundo.
Sacks es un muy digno discípulo de Luria respecto a la divulgación de la ciencia romántica, esa ciencia que no intenta hacer generalizaciones, sino mostrar lo ricos y fascinantes que pueden ser los casos particulares. Precisamente es lo que logra el autor en cada uno de los capítulos de este libro. El estilo de las descripciones es muy directo, lo que facilita la comprensión tanto de la naturaleza de los trastornos como del sufrimiento de los enfermos, a quienes logra retratar de una forma realista, a la vez que humana y sin pizca de morbo. Otro aspecto a destacar es la naturalidad con que el autor entreteje al relato múltiples referencias de trabajos de otros neurocientíficos; pero, también de otras disciplinas muy variadas, como filosofía, literatura y hasta música.
Este libro “consagró a Oliver Sacks como «uno de los grandes escritores clínicos del siglo»”, dicho esto, es un libro imperdible, las críticas más fuertes dicen del libro que “su énfasis en las historias de casos individuales puede llevar a generalizaciones inexactas o a la percepción errónea de que los trastornos neurológicos son meramente curiosidades médicas.” Se los concedo, porque a mí, las enfermedades mentales, siempre me han causado mucha curiosidad, nada que ver con el morbo, más bien con el terror, me parecen enfermedades o padecimientos terribles y aun así, no puedo permanecer indiferente.
Oliver Sacks narra veinte historias obtenidas de sus pacientes, evidentemente los nombre sy situaciones han sido alterados para preservar la confidencialidad, se trata de casos de individuos, aquejados por inauditas aberraciones de la percepción que han perdido la memoria, y con ella, la mayor parte de su pasado; que son incapaces de reconocer a sus familiares o los objetos cotidianos; que han sido descartados como retrasados mentales y que, sin embargo, poseen insólitos dones artísticos o científicos. Por extraños que parezcan estos casos, el doctor Sacks los relata con pasión humana y gran talento literario.
Por ejemplo, la agnosia visual del Dr. P. le impedía reconocer caras y objetos, a menudo, confundía a las personas con objetos inanimados, es él quien confundió a su mujer con un sombrero. Tenemos también a Jimmie, que padece el síndrome de Korsakoff, lo que causó una grave amnesia anterógrada, manifestando dificultades para recordar eventos recientes y formar nuevos recuerdos. También encontramos a Witty Ticcy Ray con el síndrome de Tourette que provocaba que Ray tuviera tics motores y vocales incontrolables. La Paciente Sra. B, antigua química que mostró un cambio de personalidad después de desarrollar un carcinoma cerebral en el sector orbitofrontal de ambos hemisferios. A pesar de su comportamiento chistoso e impulsivo, su mundo había perdido significado y todo le daba igual. Hasta uno muy interesante, una octogenaria que, enferma de sífilis pidió atender la infección, pero no las consecuencias psicológicas y un hombre que desarrolló el olfato detallado de un perro sin poder identificar más que dos olores.
Pero debo destacar un caso, el de “Los gemelos pitagóricos”, la razón es muy personal, soy gemelo, aunque suficientemente normal, al menos no nos han diagnosticado como autistas, psicóticos o gravemente retardados. Estos gemelos piden que se les dé una fecha cualquiera de los cuarenta mil años futuros y casi instantáneamente determinan a qué día de la semana corresponde ¿Aún no te ha sorprendido? Bueno pues resulta que, si examinas su capacidad de cálculo, lo hacen asombrosamente mal, no son capaces de hacer sumas y restas simples, y ni siquiera pueden entender qué significa la multiplicación y la división, pero si pueden detallar el tiempo meteorológico y los acontecimientos de cualquier día de sus vidas... cualquier día.
Este libro me gustó muchísimo por la curiosidad que mencioné anteriormente, pero, si cada cabeza es un mundo, tenemos aquí veinte padecimientos particulares, únicos, no es una guía para conocerlos ni diagnosticarlos.
Me gustó, sumergirse de lleno en la inmensidad qué contiene la mente humana y las razones por las cuales se hunde, naufraga, zozobra., contado de una manera amena pero respetuosa. Muy recomendable.
EXCELENTE.
Excelente libro, lleno de casos clínicos interesantes, que nos muestran lo complejo y sorprendente que es el cerebro 🤗. Se aprende mucho de neurología. Si te dedicas a las ciencias de la salud, va a ser más fácil de comprender. Lo volvería a leer ❤️.
Es un clásico de Oliver Sacks... Ya lo había leído hace algunos años atrás. Me resulta bastante interesante ya que, aunque parezca una simple ficción, son casos de la realidad clínica de algunos pacientes. Libro recomendado.
El contenido del libro es interesante porque los casos que presenta llevan al lector a pensar en “capacidades” que generalmente se dan por sentadas, además de que muestra la impresionante complejidad del cerebro humano. Sin embargo, el estilo narrativo es demasiado clínico y descriptivo para mi gusto, así que la lectura me resultó muy pesada y perdía el hilo fácilmente. Finalmente, decidí dosificarlo y leer uno o dos capítulos diarios, y así fue como lo pude terminar.
Me parece increíble la narrativa del escritor. Te lleva a entender la manera en la que los pacientes perciben su vida a pesar de su enfermedad y te vuelve mas empático a ellos.
Lo que más me gusto es la manera en la que describe que el arte, la contemplación y el amor hacian que los pacientes a pesar de sus limitaciones mostraran su alma y así su parte humana que muchos pensaban que no tenían o que habían perdido por la enfermedad.