Las organizaciones tienden a ser productivas, competitivas y, en términos prácticos, exitosas para lo cual demandan cada vez más de las capacidades físicas, mentales, cognitivas y emocionales de los trabajadores para desempeñar un trabajo que se enfoca en la producción de bienes o servicios a la sociedad. El trabajo debe ser saludable y contribuir al mas completo desarrollo del individuo, como persona y como trabajador.