altas. Permítame hacer otra comparación que tal vez le puede ayudar a comprender mi punto de vista. Es como si usted quisiera intentar saltar con un paracaídas, pero debido al riesgo que implica, y por ser su primera experiencia, usted decide hacer un salto muy corto. De esta manera, usted decide subirse al techo de su casa o a un árbol muy alto. Sin embargo, una altura de ocho o diez metros no es suficiente para permitir que su paracaídas se abra. Así que si decide lanzarse, debido a que no es la forma en que el paracaídas fue diseñado para que funcione, lo más seguro es que se romperá el cuello. Usted necesita saltar de la altura adecuada y debe seguir las instrucciones del fabricante si quiere que el paracaídas se abra y así tener la posibilidad de aterrizar con seguridad. Este mismo principio se puede aplicar en el caso del amor verdadero. No debe tratar de disfrutar del alto vuelo de la satisfacción sexual matrimonial, que se sujeta a los principios divinos, saltando