«Al igual que en Cuento de hadas en Nueva York, J. P. Donleavy construye en Un hombre singular una novela totalmente disparatada, divertida y oscura sobre la soledad, la inocencia y el amor en un mundo hostil.
Antítesis del marginal Cornelius Christian, el antihéroe de esta historia es un extraño e intrigante millonario. Nadie sabe bien a qué se dedica ni cómo hizo su dinero, pero a pesar de tenerlo todo, George Smith está desesperadamente solo, no encuentra su lugar, simplemente no encaja. Lo único que parece importarle es conseguir el amor de Miss Tomson, su bella, desfachatada e huidiza secretaria. Mientras, a su alrededor todo parece encaminarse a un inminente apocalipsis, su ex mujer lo demanda para quedarse con su dinero, sus hijos no lo quieren, su ama de llaves lo acosa, un amigo de la juventud le pide ayuda y lo enfrenta a su propia miseria y a la de los demás. Para colmo, no deja de recibir unas enigmáticas cartas anónimas que indican que lo están observando. Amenazado por todos lados, destina una fortuna a la construcción de un mausoleo en el cementerio de la ciudad, el más grande, lujoso y extravagante que se haya erigido jamás.
Con su estilo tan característico y peculiar, extraño, caprichoso, delirante, desmesurado, pero también imaginativo, sensible y perspicaz, Donleavy logra una novela tan llena de humor como de una profunda tristeza, tan poética como lúcida. Una obra maestra de un escritor único.
«Lo que más me impresionó del libro no fue el humor o el sexo, sino la sensación de melancolía dulce y delicada que se aferra a las páginas. Pensé que era algo raro en una novela, una genuina obra de arte» (John Banville).
«Leer a Donleavy es más bien como sentarse a disfrutar de una velada de buen whisky y risas enloquecidas en una rara conversación en algún lugar al borde de la realidad» (Hunter S. Thompson).