Jardín Sombrío

Dios, ciertamente, era vengativo

vieja planta raquítica, abandonada en un patio árido, florecerá cuando menos se espere. Y ésos son los brotes más preciosos, los más queridos

Pronto esperé con anhelo esos momentos en que hacían el amor, fuese de día o de noche. Escucharlos, imaginarlos juntos en la cama, me excitaba mucho más de lo que leí en mis novelas.

Todos los secretos de Foxworth Hall se hallaban refugiados aquí arriba.

—Pero recuerda, Olivia —me había advertido—, que cuando buscas entre las sombras para encontrar esa verdad, a menudo descubres cosas más horribles, más penosas de lo que hubieras podido imaginar.

Ninguna persona criada en un hogar tan solemne y rico podía tener pensamientos humildes ni satisfacerse con logros vulgares

Yo me esforzaba por complacer a todos, sin embargo parecía que nunca conseguía ser lo que los demás querían.

La vida se parece mucho a un jardín, Olivia. Y las personas somos como diminutas semillas, nutridas por el amor, la amistad y los cuidados. Si se les dedica el tiempo y la atención suficientes, incluso una vieja planta raquítica, abandonada en un patio árido, florecerá cuando menos se espere. Y ésos son los brotes más preciosos, los más queridos.

Sus oscuras ventanas parecerían ojos sin vida, y su enorme tejado una mancha de tinta en contraste con el cielo

el reflejo de la gloria me parecía más dulce que la gloria misma