Hay quien como él (eso dice) se complica la vida íntima sintiendo demasiadas cosas al mismo tiempo, viviendo con el corazón en un puño, y que por lo tanto necesita que el mundo que lo rodea sea simple. Una casa, un campo, unas ovejas, por ejemplo. Y hay quien consigue, por un inexplicable milagro del ser, simplificar su vida interior para que el mundo que lo rodea pueda ser ambicioso e ilimitado