de paradigmas comunitarios. Y dado que es así, no necesitan un conjunto completo de reglas. La coherencia mostrada por la tradición de investigación en que participan puede no entrañar ni siquiera la existencia de un cuerpo subyacente de reglas y suposiciones susceptible de ser descubierto por una investigación histórica o filosófica ulterior. El hecho de que normalmente los científicos ni se pregunten ni discutan qué es lo que hace que un problema o una solución particulares sean legítimos, nos induce a suponer que conocen la respuesta, aunque sea intuitivamente. Pero podría indicar tan sólo que ni la pregunta ni la respuesta se consideran relevantes para la investigación. Los paradigmas pueden ser previos, más coercitivos y más completos que cualquier conjunto de reglas de investigación que se pudiera extraer de ellos de manera inequívoca.
Hasta aquí la discusión ha sido puramente teórica: los paradigmas podrían determinar la ciencia normal sin la intervención de reglas detectables.