La hipótesis cibernética responde, entonces, tanto en las ciencias naturales como en las ciencias sociales, a un deseo de orden y de certidumbre. La hipótesis cibernética, el más eficaz de los agenciamientos6 de una constelación de reacciones animadas por un deseo activo de totalidad –y no solamente por una nostalgia de la misma, como ocurre en las diferentes variantes del romanticismo–, está emparentada tanto con las ideologías totalitarias como con todos los holismos, todos los pensamientos del todo, ya sean estos místicos, solidaristas –como en el caso de Durkheim–, funcionalistas o incluso marxistas, respecto de los cuales no hace sino tomar el relevo.