La letra pequeña (The Fine Print)

Soy demasiado soñadora y todavía creo en cuentos de hadas y en que existe la posibilidad de que aparezca un duque y se case conmigo.

Porque sí valgo la pena, y nadie va a volver a convencerme de lo contrario.

—Aunque siento que te hiciera daño, no siento que te dejara.
Le dirijo una sonrisa temblorosa.
—¿Siempre eres tan egoísta?
Le brillan los ojos.
—Contigo, sí.

gusto a Rowan.
Y no lo soporta.
Mi sonrisita se ensancha.
—¿Por qué sonríes? ¿No has oído nada de lo que he dicho?
—Te gusto —se me escapa.
—No, te tolero más que a la mayoría. Por eso quiero salir contigo.

—Si pedir disculpas fuera fácil, lo haría todo el mundo.

¿Quieres tener una cita conmigo? —digo avanzando hacia ella

—Portarme bien es lo último que quiero hacer cuando estoy cerca de ti.

No entiendo quién puede ser tan estúpido para quejarse de que una mujer tenga curvas. Entre nosotros: estás buenísima.

Tiene el magnetismo del Triángulo de las Bermudas y yo soy un avión perdido y desesperado por aterrizar.

—Voy contigo.
—¿Por qué? —protesto.
—Porque me pareces interesante.