Los pinos altos, recortados contra el cielo azul marino, son de un negro vivo y profundo; sus puntas pasan a velocidad, suben y bajan como un electrocardiograma gigante.
Agustina Chavezhas quoted16 days ago
Ahora, cuando nado, entro al agua como si tocara distraídamente una cicatriz.
Lili Joaquínhas quotedlast month
Los nadadores deben sacar la cabeza a la superficie después de los virajes y de las salidas antes de esa marca; si no lo hacen son descalificados.
Lili Joaquínhas quotedlast month
Cada plataforma tiene un altavoz individual que transmite de manera uniforme la bocina de salida y una luz que destella para los hipoacúsicos. (Como la luz se mueve más rápido que el sonido, algunos nadadores prefieren regirse por la luz).
Lili Joaquínhas quotedlast month
Lo que más me gustaba eran los ejercicios, porque podía sentir cada centímetro del agua y entender cómo unos pequeños ajustes contribuían a impulsar mi cuerpo con más eficiencia.
Lili Joaquínhas quotedlast month
Ahora, cuando nado, entro al agua como si tocara distraídamente una cicatriz. Mi nado recreativo es un fantasma de mi nado competitivo.
Lili Joaquínhas quotedlast month
Me gustaba lo dura que era la natación a ese nivel: saber que podía hacer algo difícil e inusual. Que mi disciplina fuera reconocida, respetada; que tal vez no encajara en los grupos ni dijera las cosas correctas pero había algo que sí hacía bien.
Samirahas quoted5 months ago
Pienso en amar la natación de la misma manera en que se ama a alguien. En cómo sucede un beso, gravitatorio. En el compromiso, el sacrificio y la ruptura. El corazón puede sufrir varios “casi pero no”, llegar unos segundos tarde
Samirahas quoted5 months ago
Pienso en por qué dejé de nadar, dejé Toronto, dejé Canadá. Sé que existen dos lados, dos vidas, las siento con nitidez; no la vida de deportista y la vida adulta sino la vida del cuerpo y la vida del corazón.
Samirahas quoted5 months ago
título que le puso Hirst a su obra de 1991 es extrañamente tierno: La imposibilidad física de la muerte en la mente de alguien vivo. Igual que Benchley, Hirst trata de circundar lo insoportable. Se trata de un tiburón que no se atreve a pronunciar su nombre: amor.