La odisea del libro: la transición digital

a conversación está en el centro de toda la propuesta de valor.

No podemos seguir siendo únicamente una industria productora de contenedores. Vendemos vino, no botellas.

marcada por modelos caracterizados por el acceso, no por la propiedad excluyente de bienes intelectuales.

un mercado totalmente determinado por el exceso de oferta

Nos encontramos ante un “metalibro”, un libro enlazado potencialmente con todos los demás, por ejemplo mediante los hiperenlaces.

Proporciona al lector momentos de introspección, que son cada vez más excepcionales en un mundo dominado por las interacciones rápidas y espasmódicas en Internet, que nos llevan a vivir en lo social constantemente.

Un libro es también una conversación: sus lecturas son inagotables, sus interpretaciones innumerables.

La historia del libro, más bien la historia de la lectura, es también la historia de los objetos que la hacen posible, que la asisten y dan forma con su imprescindible materialidad.

Este aspecto tiene una especial incidencia en el ámbito educativo,

Ante tanta inmaterialidad-flujo y tanta impersonalidad algorítmica y comunicación vacía, el lector/usuario/consumidor/ciudadano buscará aquello que no encuentra en las redes.