La Polonia ocupada por los alemanes recibía un nuevo nombre: Eingegliederte Ostgebiete (Territorios Orientales Incorporados), y pasaba a ser absorbida por el Reich. Era este un territorio donde se podía «germanizar» el suelo y la gente, hacer de los polacos personas «sin cabeza y sin cerebro», liquidar a la intelectualidad y reorganizar a las poblaciones como mano de obra esclava.