Para detectar las condiciones de valía y otros patrones de pensamiento nocivos, es necesario poder ver nuestros pensamientos sin quedarnos atrapados en ellos. Una vez que nos han atrapado, nos arrastran. Es como la diferencia que existe entre estar en la orilla del mar y saltar al agua. Una manera de entrenarte para permanecer en la orilla es observar tus pensamientos sin añadirles nada.
Empieza por observar tu respiración, justo ahora, durante un par de minutos. Si lo prefieres, observa las sensaciones en tus pies. Sea cual sea el método que emplees, los pensamientos aparecerán y puede que, incluso, aparezcan de inmediato.
Mira a ver si puedes ser consciente de cada pensamiento mientras aparece y desaparece, pero sin quedarte atrapado en él.