Joaquín Garrigós

  • alisson2001has quoted16 hours ago
    Sentir cómo alguien se te acerca y se dispone a escucharte, alguien a quien no puedes ver, pero cuya presencia se siente a través de la palpitación de la sangre o se reconoce por el destello de los ojos del vecino…
  • alisson2001has quoted16 hours ago
    Nadie conoce a Cristina —dijo la señora Moscu, tras un largo suspiro—. Ni Sanda ni Simina. Sanda nació el primer año de guerra, nueve años después de la muerte de Cristina… Pero tenemos un retrato de tam
  • alisson2001has quoted16 hours ago
    Todo lo que atañe a la señorita Cristina les resulta, en verdad, sagrado”, se dijo Egor. “Eso, en el fondo, no es un sentimiento mediocre. Amar y santificar a una muerta, hasta en sus imágenes más triviales.” Se acordó de Daphne Adeane. “Le voy a hablar de ella a Sanda”, se propuso reconfortado. “Es muy bonito lo que hace Sanda; su amor y su orgullo por la tía Cristina son espléndidos.” Ahora Egor incluso disculpaba, mentalmente, a la pequeña Simina. “Hay criaturas con clase, demasiado sensibles. Me he portado como un idiota.”
  • alisson2001has quoted16 hours ago
    Se había tranquilizado. Una tranquilidad antinatural, un inicio de insensibilidad. Un olor extraño reinaba en la habitación; no a muerto, ni siquiera a flores funerarias, sino un olor a juventud interrumpida allí mismo, interrumpida y conservada allí, entre cuatro paredes.
  • alisson2001has quoted16 hours ago
    el cuento del zagal que se enamoró de una emperatriz muerta —empezó tranquilamente Simina
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