Estuve leyendo este libro más tiempo del que creí que lo haría. Llegué a él porque me encanta andar en bicicleta y porque me parece súper valiente y lleno de coraje lo que hizo Cristina.
En cuestiones del libro, sentí que la segunda mitad cayó respecto a la primera, lo cual tiene sentido considerando todo lo que sufrió en ella. Siento que había entradas muy buenas en las que esperaba más y otras en las que las descripciones eran innecesarias. Hubo ocasiones en la que algunos comentarios o formas de describir a Latinoamérica me hicieron sentir incómoda. Pero, en general, un poderoso libro para pensarse y sentirse.