Malas posturas

Los demás médicos sabían su nombre, era una leyenda y, como cualquier leyenda que siguiera viva, no se molestaba con educaciones ni sutilezas, era grosero, franco

Pensé de nuevo en las mariposas, y me imaginé enmarcada yo también en un cuadrito con un vidrio protegiendo mi fragilidad y un letrerito explicando mi orden taxonómico

La infertilidad es la única decisión sabia que ha tomado mi cuerpo. Lo que me llamó la atención fue después leer la palabra desorden. La endometriosis es un desorden

A ella le pagan con el dinero que la compañía gana por talar los árboles. Se termina el café y se siente inútil.

En las noches tendrá un leve dolor en el estómago, sabrá que nada de eso está bien, que su trabajo es una solución simbólica dentro del engranaje burocrático de un mundo empresarial que no sabe nada de los animales ni de los árboles ni de la selva

Y detrás corren los biólogos y los veterinarios del equipo, que escarban entre las ramas y buscan por todas partes animales que puedan haber quedado atrapados

El día anterior, enfrentada a los árboles que caían, Estefanía se paralizó. Ahora, con el café en la mano, entiende que fue de tristeza. El derrumbe violento y fulminante de cada tronco la destruye.

. La lectura era música de fondo, que a veces estorba, pero no lo suficiente para ahogar el pensamiento

La comida de mar le cae mal. Esa noche, después de tragarse, casi sin masticarlos, todos los seres más blandos y desagradables que le pusieron en el plato, Iván llega al hotel con una ganas leves de vomitar

Cierro la puertita de madera para que nadie más vea su rostro y me quedo allí al lado del ataúd, alejando a las personas que entre curiosas y tristes buscan verle