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Marta D. Riezu

Agua y jabón

  • pez-koihas quoted2 years ago
    Ante todo, la aceptación de una derrota: todos los obsesionados con el silencio tenemos un punto de chifladura
  • Rafael Ramoshas quoted2 days ago
    Los buenos diseñadores no viven dentro de la moda. Apenas es su punto de partida. Para ellos resulta un mero vehículo para hablar de lo verdaderamente importante: la filosofía, el arte, la naturaleza, la política. Los buenos diseñadores se fijan en las personas, y con su trabajo cuentan historias honestas acerca del ser humano; lo que necesitamos, lo que queremos ser. Los malos diseñadores solo se fijan en otros diseñadores. Todo lo que existe hoy en moda se lo debemos a esos creadores que abrieron caminos, y también a los anónimos que, desde sus casas, sin formación pero con una buena dosis de gracia natural e intuición, cosieron uniformes, camisas, ropa infantil.
  • Rafael Ramoshas quoted2 days ago
    Coincido en algo con todos mis amigos presumidos: con el paso de los años la moda nos ha ido importando un pito, pero nos sigue interesando la ropa. Es decir, el específico poder evocador y comunicativo de una prenda. Cuando alguien lleva un atuendo elegido por instinto y sin pretensión alguna, la ropa se disuelve hasta hacerse invisible. Solo vemos a la persona siendo ella. Al desvestirse y dejar sus cosas encima de la cama, la ropa seguirá teniendo su espíritu, su intención y su filosofía de vida. La persona seguirá estando ahí. En la penumbra del dormitorio de mis abuelos, la bata de flores que descansaba en la silla era un compendio íntimo de mi abuela: contenía sus gestos, sus formas, su lugar en el barrio y su tarde frente a la tele.
  • Rafael Ramoshas quoted2 days ago
    Tang hablaba de cosas absolutamente triviales pero jugosas, por ejemplo: no comprar copas ridículas, desconfiar de cualquier no-francés que se haga llamar André, tener una relación sana con el bronceado, encajar bien una broma, escribir notas de agradecimiento donde no aparezca la palabra gracias, distinguir lo informal de lo cómodo, o cómo ser firme con el respeto ajeno e irreverente con el propio.
  • Rafael Ramoshas quoted2 days ago
    Llegados a una cierta edad nos conviene hacer campaña en defensa de los maniáticos y de su capacidad intuitiva para detectar los horrores de la vida moderna. Mi apoyo a los solteros, subespecie maniática, se debe precisamente a sus chaladuras geniales. Hay hábitos que convierten al célibe en un inepto social, pero si se logra un equilibrio sensato con las compañías puede convertirse uno en un ejemplar magnífico. Parafraseando la frase desgastada de Tolstói: todas las parejas se parecen, mientras que un soltero siempre tiene un sello propio. Las décadas pasan, las relaciones cambian, pero –decía el santo patrón de los solteros, Josep Pla– lo que no cambia es el divorcio.
  • Rafael Ramoshas quoted2 days ago
    Faulkner, Goethe, Brodsky, Zweig, Aleksiévich, Ginzburg, Munro, Magris, Trollope, Morand, T. S. Eliot, Sontag, Barthes, Saki, Benjamin, Eco, Rilke, Baroja, Delibes, Pla, Rodoreda, Ferrater. Estos son, sin orden ni concierto, algunos nombres a los que vuelvo una y otra vez. Se ocupan de lo que creo importante de verdad en la literatura: la honradez, la generosidad, el miedo, la rareza. Abrirse en canal, meterse en líos, devolver la dignidad a quien la perdió. Intentar salvarnos por un rato, como en esos juegos infantiles de tocar la pared.
  • Rafael Ramoshas quoted2 days ago
    Cómo detectar a un mediocre: por su gusto por lo extraordinario. Le gusta todo cuanto más embrollado mejor: lo centelleante, lo atronador, ese horror indefinido que es lo premium, lo VIP, lo in-your-face, el «ya que pago, que se note». Lo discreto le aburre, la rutina le desespera. No ve nada; ni el milagro de la fuente en la calle, ni la dignidad cívica del buzón de correos, ni la tentación del pico de pan.
  • Rafael Ramoshas quoted2 days ago
    Paul Léautaud, anglófilo y feroz, vivió rodeado de gatos y perros, fue un gran paseador (era adicto al inofensivo chisme vecinal), pasó las tardes releyendo a su adorado Stendhal y se dice de él que vivió ocho años nada más que de patatas y queso.9 Ante esa entrega ardiente a la repetición culinaria, ¿cómo no vamos a entender que raramente saliese de París? Llegó como mucho a Calais, una vez allí sintió el vértigo de lo extraño, y volvió a cámara rápida al hogar para seguir escribiendo sus sensacionales diarios literarios.
  • Rafael Ramoshas quoted2 days ago
    En 1968 gastó los 3.500 dólares de su beca de la Fundación Guggenheim en comprar cuadros de amigos pintores, pagar una deuda, imprimir tarjetas de visita donde ponía «Becario Guggenheim», hacerse tres trajes a medida y dar un banquete para veinticinco amigos. Cuando la fundación le pidió explicaciones, les mandó una carta-colofón: «Que una organización de un país que ha llegado a la luna no comprenda la gran creación que es la forma como yo gasté la beca me sumerge en un mundo de desconcierto y asombro.»
  • Rafael Ramoshas quoted2 days ago
    Aunque soy católica, a ratos tengo la tentación de inventar un credo propio, como hizo el argentino Federico Manuel Peralta Ramos con lo que él llamó la religión gánica: «Hacer siempre lo que a uno le venga en gana, creer en el gran despelote universal, no mandar, no mitificar nada, regalar dinero y dejar a Dios tranquilo.»
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