El poder de una potencia está dado por su prestigio, su autoridad y su legitimidad, según lo definió el teórico de las Relaciones Internacionales Hedley Bull, y no sólo por su capacidad para imponerse por la fuerza sobre otros. Estados Unidos ha perdido en gran medida esas tres capacidades, Rusia no las posee, y China sólo resulta atractiva por sus inversiones. Esas capacidades están relacionadas con el cumplimiento de normas y el mantenimiento de un orden.