El doctor Jonas Salk, célebre por haber inventado la vacuna contra la polio, lo expresó de manera memorable: «Es necesario no solo “conocerse a sí mismo”, sino también “conocer la propia especie” y comprender la “sabiduría” de la naturaleza, especialmente de la naturaleza viva, si queremos comprender y ayudar al hombre a desarrollar su propia sabiduría de forma que conduzca a una vida de tanta calidad que haga que vivir sea una experiencia deseable y satisfactoria».[